¿criticar o no criticar?
El jueves 10 de enero por la tarde, publiqué lo siguiente en mi página de facebook:

Ay si pudiese escribir de los sitios a los que no volver… Pero no es mi estilo, aquí solo caben recomendaciones de buenos sitios, porque de los sitios malos mejor no hablar, ¿verdad? 😉

Me acaban de servir un cortado inbebible, se lo digo, y se han reído. Ya pueden cerrar.

Lo hice a modo de desahogo personal, sin más pretensión, ni la intención de revelar el local donde había tenido esa mala experiencia.

Pero llegaron muchos comentarios, unos 20, en los que se repetian dos cuestiones principalmente:

  • Por un lado, que revelase el lugar, y que debería avisar de los sitios donde yo considero que no hay que volver.
  • Y que aunque las críticas sean negativas, debería exponerlas de igual manera.

Ya que hubo tantos comentarios, me gustaría responder desde aquí a estas cuestiones.

Indicar lugares donde yo no volvería

No creo que esto sea una práctica correcta, y os voy a exponer mis motivos. En primer lugar, Cafeymas.net es un lugar dónde yo expongo mis recomendaciones de forma totalmente subjetiva. Lo que a mi me ha gustado y recomiendo, puedo no gustar a todo el mundo. Y pasa. Y jamás he censurado un comentario con una crítica negativa en ninguna de las más de 80 cafeterías recomendadas (salvo que incluyese insultos o descalificaciones personales).

¿Cómo puedo recomendar algo tan grave como no volver a un establecimiento en concreto? Siendo una opinión subjetiva, no me parecería justo, y estaría perjudicando a dicho negocio.

Exponer críticas negativas

Desde que en Abril de 2006 inicié este blog y directorio de cafeterías, siempre he sido fiel (salvo una única excepción, la cual no volvería a hacer, y enlazo como ejercicio de transparencia*) a una linea editorial concreta: solo hablar de aquellos negocios que yo considere recomendables, y de los que no, simplemente no hablar.

Y tomo esta decisión no por auto-censurarme o por querer ser políticamente correcto. Esta decisión creo que es la más justa y honesta teniendo en cuenta que son opiniones mias, personales y subjetivas.

Además, no me gustaría provocar una sensación de “miedo” entre las cafeterías que me conocen y valoran mis opiniones. ¿Qué puede pensar de mi uno de los muchos locales que visito frecuentemente, si de repente crítico y recomiendo no visitar un negocio en concreto? ¿No puede sentir miedo de ser señalado con el dedo acusador el día que el haga algo mal o que a mi se me cruce un cable?

Para ser justos, tambien hago un poquito de crítica, ya que todas las recomendaciones de cafeterías incluyen un “lo mejor” y un “lo peor”, y en este “lo peor” trato de comentar los puntos que podrían mejorar.

Yo quiero seguir como hasta ahora, pudiendo saludar a todo el mundo por la calle y permanecer con la cabeza alta, sin arrepentirme de nada de lo publicado.

Y esta actitud considero que es coherente con mi forma de ser y mis ideales.

* En el caso de la excepción, es cierto que publiqué una crítica negativa, pero no borre su artículo recomendando el lugar