Un vaso de agua junto al café, un recipiente con varios tipos de azúcar para elegir, una aceitera para poderte poner la cantidad que desees, servilletas de papel (no de esas que no absorven nada), la prensa nacional más importante, con dos ejemplares de cada para no encontrarlo ocupado, un bombon o chocólatina con la cuenta, frutos secos con la cerveza o refresco, vasitos para llevar el café por su andas con prisas, wifi abierto sin contraseña, poder elegir el tipo de pan para bocadillos (integral, barra, molde….), una galletita o pasta junto al café, cumplir con el horario (da mucha rabia ir a desayunar y que este cerrado cuando tendría que estar abierto), un quitamanchas por lo que pueda pasar…. y sobre todo, una sonrisa 🙂
Creo que los pequeños detalles son los más importantes, ¿no pensáis igual? 😉