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Foto: Loles Sánchez

Foto: Loles Sánchez

El café en cápsulas está de moda hoy, aunque no es un invento nuevo, pues se encuentra entre nosotros desde hace más de quince años. Su sencillez (y por que no, las campañas de marketing de algunas multinacionales) ha hecho que cada vez más consumidores adopten este sistema. El café en cápsula tiene la misma calidad que un café espresso tradicional, pero con un sistema de preparación mucho más simple y limpio.

Las cafeteras espresso de cápsulas, a diferencia de la cafeteras tradicionales de goteo o de las italianas, hacen pasar agua caliente, regularmente, a 90º y a alta presión (similar a la de los bares y cafeterías) durante unos 10 a 20 segundos por café molido muy fino, extrayendo su sabor y esencia. La función básica de estas cafeteras es la preparación de café espresso, aunque se pueden encontrar diferentes productos en cápsula comercializados por Espresso Balear, como te, infusiones, poleos, chocolate…

Ventajas de las cápsulas: (No confundir con Cialdas u otras monodosis)

  • La dosis de café, ya está tostada, molida y prensada, con lo que es fácil y rápido de usar.
  • Conservan el aroma y calidad, por su envasado unitario en atmósfera protectora.
  • No existen perdidas ni mermas en su elaboración.
  • Podemos disfrutar de diferentes variedades (normal, descafeinado…) de manera simple.
  • Es un sistema limpio e higiénico, fácil de almacenar y de contabilizar.
  • Se puede utilizar tanto en casa, como en la oficina, en hostelería (cada día más en auge)

De que depende el sabor de un buen café?
Dando por hecho que disponemos de una buena cafetera espresso (de las que hablaremos en otro artículo) con una bomba de presión de 20 bares y un thermoblock que caliente el agua sobre los 90 grados, para disfrutar de un café, el sabor viene determinado por la mezcla que elijamos.

Una buena mezcla, por ejemplo, puede ser nuestro Café Intenso, selección de los mejores Arábica y Robusta, que garantiza un café de sabor intenso y perdurable, además de un gran nivel aromático. Pero también el agua es fundamental para preparar un buen café: se debe utilizar un agua ligera, no salina o calcárea, pues podría afectar al sabor, y siempre se debe utilizar agua fría, pues si la utilizamos ya caliente influirá negativamente en el proceso de extracción del aroma del producto.