Noticia publicada en el Diario de Mallorca del día 8/9/07
Ofrezco aquí el texto de la noticia sobre el inminente cierre del Barlovento:
MARIBEL CAÑELLAS El Barlovento ha empezado a levar anclas. Tras 17 años regentando uno de los chiringuitos más populares del puerto del Portitxol, José Osuna y su familia deberán echar el cierre al que ha sido su sustento económico buena parte su vida. El Barlovento será suplantado por otro establecimiento de rasgos contemporáneos que ahora empieza ha dibujarse a escasos metros de la playa de Can Pere Antoni.
Todos ya se han hecho a la idea. Incluso los clientes, muchos de los cuales “se han enfadado al enterarse de la noticia” explica Osuna. “No lo entienden”, añade.
Este andaluz, natural de un pueblecito entre Sevilla y Córdoba, se hizo con el Barlovento cuanto tenía 33 años. En aquella época no había nada en los alrededores más que campo y la zona estaba muy degradada. “Esto no era más que un puesto para pescadores”, recuerda Pepe, como le llaman coloquialmente, que cita entre los personajes que han pasado por el bar al popular cantante Bonet de San Pedro. “Venía a la playa con una cesta y paraba a tomar algo”.
Aún así, los inicios no fueron fáciles. Al principio pasamos mucha penuria” comenta. Con los años a base de “mucho trabajo y horas muertas”, indica su hija María José, fueron levantando el negocio y adecuando el local a los nuevos tiempos. En él ha crecido la segunda y tercera generación de los Osuna, explica Pepe junto a su nieto Raúl de nueve años, a quien no le importaría seguir la tradición familiar.
Las claves del éxito del Barlovento hay que buscarlas en “el cariño al cliente” y la “calidad” dice María José. “Mucha gente dice que viene a casa”, añade. Con sus especialidades andaluzas -pescadito frito y frituras marineras- y su don de gentes ha conseguido ganarse la clientela y labrarse una reconocida fama en la capital.
Nadie se quiere ir. Pero Autoridad Portuaria esta vez no les ha renovado la concesión. Se presentaron al concurso pero no lograron hacerse con el nuevo chiringuito. Su carácter emprendedor les ha llevado a tomar las riendas de Las Palmeras, otro conocido bar en el barrio que gestionan desde el pasado mes de junio ante el inminente cierre del Barlovento. Inician así una nueva etapa. Pero seguro que no será lo mismo.Tras las obras de revisión de las conducciones de gas natural que se han acometido en es Fortí, la semana pasada los operarios procedieron a asfaltar las calles. En los últimos días ya se ha incorporado la nueva señalización e incluso se está reparando la curiosa fuente ubicada en las inmediaciones.
La renovación del pavimento de s´Escorxador sigue paralizado. Las obras que ya deberían haber concluido antes del verano se vieron interrumpidas por el incumplimiento del contrato de la empresa adjudicataria de la reforma. Mercasa, que gestiona las instalaciones, aseguró que las obras se renudarían en quince o veinte días pero han pasado dos meses y todo sigue igual.