Ayer me pasé por el Costa Galana, después de algún tiempo sin dejarme caer por allí. Y para mi sorpresa, me encuentro con que hay grandes cambios en la sala principal; han cambiado el mobiliario, sustituyendo las mesas y sillas, por mesas altas y taburetes, al estilo pub. También ha desaparecido un banco que rodeaba dos mesas, en el que estabamos muy cómodos cuando quedabamos en grupo.

Es una lástima, porque nosotros solíamos ir algunos domingos de invierno a desayunar o tomar un café tranquilos por la tarde, y ahora al no ser tan cómodo no creo que nos cumpla bien esa función.

Aparte, debo añadir que ayer había un camarero que no había visto antes, y nos sirvió un café con un perfecto dibujo de latte art. Sentimientos encontrados, en fin.

Habrá que esperar a que terminen las obras en la calle Fábrica, a ver si les permiten tener una terraza más grande y se equilibra un poco el local hacía los que no somos de ir a topar copas, sino más bien del café tranquilo de media tarde.