Hace ya un par de semanas abrió sus puertas el último local de Fibonacci en el barrio de Sta. Catalina, justo enfrente a una de las puertas del famoso mercado de mismo nombre.

Es un local pequeñito, más parecido al que tienen en Ciudad Jardin, más centrado en el horno que en la cafetería, pero aún así cuenta con algunas mesas altas para poder disfrutar de un buen café.